¿Puede un maíz ser tan seductor? ¡Eso creemos! De gran tamaño y un color blanco cremoso. Carecer de los pigmentos que otorgan el famoso color amarillo, lo hace único y especial (casi parecido a una perla). ¿Sabor y textura? ¡Los tiene! Apreciado por su ligero y sutil sabor dulce. Su amplio contenido en almidón lo vuelve blando y de consistencia pastosa al cocinarse. Ya puedes decir: ¡cuán enamorados estamos de este galán!
Nuestro maíz blanco combina bien en una ensalada con tomates, albahaca, cilantro, quinua y queso. Es la variedad ideal para la molienda y la obtención de harina para productos horneados como panes, tortillas para tacos o elaboración de fideos.
Si piensas en este maíz como un alimento básico más, déjanos contarte la gran cantidad de beneficios que regala a tu salud. Aporta fibras, hidratos de carbonos y muchas vitaminas del grupo B. Ayuda a metabolizar las grasas más rápido, mejora el tránsito intestinal y contribuye a reducir el colesterol alto. Contiene betacaroteno, que se transforma en vitamina A, mantiene en buen estado la visión, la piel y los huesos. Protegen al organismo del envejecimiento y aumentan las defensas.
Fuente de: hidratos de carbono, fibra dietética, proteínas, grasas, calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso, fósforo, cobre, zinc, vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B9, C, E y K.
Color: blanco cremoso.
Presentación: natural a granel.
Calidad: estándar. Pureza 99% mínimo.
Humedad: 12% a 14%.
Comentarios adicionales: libre de insectos y aflatoxinas. Condición cámara.
Tipo de envases: bolsas de polipropileno cocidas a máquina.
Tamaño de envases: 25 kg/50 kg.
Meses de cosecha: junio-julio.
Procedencia: Salta, Argentina.
Marca: Granos Creston.
Se realiza un continuo análisis y control de la mercadería en proceso, asegurando su máxima calidad y cuidado.
Esta presentación natural a granel te permite procesar los granos en tu propio establecimiento y bajo tus estándares de producción. Nuestro maíz blanco posee todas las cualidades para obtener un producto final de elevada calidad. Tu marca será reconocida por ello y tus clientes se mantendrá fieles a tus productos.
Con nuestros granos tus clientes pueden hacer: harina de maíz casera o rehidratarlos con agua para cocinar las mejores recetas (las mismas que harían con choclo fresco o desgranado).
Ideas para disfrutar: pan de maíz; tortilla de maíz en tacos; fideos de harina de maíz, locro argentino; añade maíz a sopas estofados o guisos; crema de maíz; pastel de choclo; humita en olla; ensalada fría de granos de maíz cocido con tomates cherry, cebolla roja, aguacate y albahaca fresca; croquetas de maíz con cebolla de verdeo.
REHIDRATAR Y COCINAR EL MAÍZ SECO
Cocinar los granos de maíz secos requiere de mayor tiempo que los granos que todavía guardan su humedad natural. Deberás rehidratarlos previamente y, para ello, sigue los siguientes pasos:
Paso 1: Examina cuidadosamente los granos y elimina las pequeñas piedras o residuos que puedan tener. Lava con abundante agua corriente.
Paso 2: Coloca la cantidad deseada de granos secos en un recipiente hondo y cubre con abundante agua. Déjalos remojar durante 12hs aprox. en un refrigerador para suavizarlos.
Paso 3: Escurre el maíz con un colador y enjuágalo nuevamente.
Paso 4: Vierte en una olla grande y agrega bastante agua hasta cubrir los granos. Hierve a fuego medio-alto.
Paso 5: Reduce el fuego a medio o medio-bajo. Cocina durante de 1-2 horas o hasta que los granos queden suaves y ligeramente masticables.
Paso 6: Escurre el maíz y sírvelo. Añádelo a tus recetas favoritas o congélalo para uso futuro.
PASOS PARA HACER HARINA DE MAÍZ CASERA
Paso 1: Revisa el maíz para eliminar cualquier residuo o grano dañado. Lava con agua corriente.
Paso 2: Hierve el maíz en una olla durante 15 min. Luego, extiende los granos precocinados sobre una bandeja. Hornea a 150° grados hasta que se sequen.
Paso 3: Muele los granos en un molinillo de maíz, molino manual o mortero.
Paso 4: Cuela la harina que vayas obteniendo, retirando los trozos pequeños que no se hayan triturado totalmente. Dejar secar el producto antes de utilizar.
Mantener en un lugar fresco, seco y oscuro, protegido de la humedad y de los insectos. No exponer directamente a los rayos solares. Situar alejado de productos que desprendan fuertes olores y sean contaminantes.
VIDA ÚTIL: 12 meses respetando las condiciones de almacenamiento.