¿Por qué vender legumbres en tu empresa?

Las 7 razones fundamentales por las que desearás venderlas y tus clientes comprarlas (la última, puede disparar tus ventas como nunca).

 

+ EXTRA: descubre las grandes verdades que pocos saben sobre ellas.

Si piensas que no son relevantes para ofrecerlas en tu negocio, son un producto más en tu cartera, no son claves para aumentar tus ingresos o, que no debes prestarles atención porque su consumo permanecerá igual, esto es para vos.

 

Vamos a revindicar esta mala fama.

 

Después de lo que te contaremos, vas a pensártelo dos veces antes de decir no a las legumbres. Te darás cuenta que lo que creías hasta ahora no era verdad, y estarás un paso adelante de tus competidores porque sabrás lo que ellos no del tema. A partir de ahora, no faltarán en tus depósitos.

 

¿Listo para conocerlas? Comencemos.

1. Económicas y rendidoras

Son unos de los productos de consumo más baratos del mercado. De hecho, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ha venido destacando los últimos años su importancia como alimento icónico de la lucha contra el hambre por su económica producción.

 

Afirma que se trata de una comida asequible al bolsillo y fundamental como sustento básico en numerosos rincones del planeta. No es extraño que se conozcan como: “la carne del pobre”, por su alto valor nutritivo y bajo costo.

 

Podemos encontrar diferencias de precios según sus variedades, marcas, calidades y tipos de presentación. Pero, en general, todos se mantienen reducidos. Como sabemos que pueden llegar a ser muy accesibles para tu compra como para el bolsillo de tus clientes, te retamos a que averigües sus precios mayoristas y de venta al público ¿Te animás? Luego nos cuentas que te parecieron.

 

Compararemos ahora sus rendimientos en relación a su principal sustituto animal: la carne. Te tocará elegir al ganador de este combate.

Porotos

x 1kilo

 

• Porción recomendada: 60 gramos aprox (1/2 taza de té).
• Rinde: 16 porciones.

Lentejas

x 1kilo

 

• Porción recomendada: 60 gramos aprox (1/2 taza de té).
• Rinde: 16 porciones.

Garbanzos

x 1kilo

 

• Porción recomendada: 60 gramos aprox (1/2 taza de té).
• Rinde: 16 porciones.

Pollo entero

x 2 kilos

 

• Rinde: 5 porciones.

Carne vacuna

x 1kilo de cuadrada fileteada

 

• Rinde: 10 porciones.

Cerdo

x 1 kilo de costeletas

 

• Rinde: 5 porciones.

2. Un producto de larga duración

Las legumbres tienen una vida muy larga. Puedes mantenerlas en óptimas condiciones para la venta durante bastante tiempo. Al igual que vos, tus clientes podrán comprarlas y almacenarlas en sus alacenas por varios meses sin que pierdan su valor nutricional.

 

Pero (porque siempre hay un pero), para que esto suceda, es importante tener en cuenta las recomendaciones de almacenamiento:

 

• No olvidar la REGLA DE ORO ¿Cuál? “Conservar en un lugar fresco y seco». Evita la humedad y el exceso de calor (temperaturas mayores de 25º). De lo contario, podrán ser atacadas por larvas o los famosos gorgojos, esos pequeños que caminan y realizan orificios en ellas.

 

• Protegerlas de la luz directa del sol evita que se oxiden y pierdan su color.

 

• Si te encuentras en una zona con muchos insectos, introduce una cabeza de ajo entre ellas para evitar su ataque.

3. Protegen el medio ambiente, son sostenibles

Sí, aunque no lo creas. Las legumbres hacen mucho por el entorno donde vivimos.

Luchan contra el efecto invernadero.

Extraen el nitrógeno de la atmosfera (un gas de efecto invernadero) y se lo proporcionan al suelo. Esto remplaza la necesidad de agregar fertilizantes en los cultivos y evita las futuras emisiones de óxido nitroso (otro gas invernadero y 300 veces más potente que el dióxido de carbono). Por esa razón, tienen una baja huella de carbono.

 

Mejoran la fertilidad del suelo y alargan su productividad.

Producen una serie de compuestos que alimentan a los microbios del suelo y benefician su salud. Después de cosecharse, dejan residuos de cultivos ricos en nitrógeno proporcionando nutrientes para el próximo cultivo.

 

Mejoran la biodiversidad del suelo.

Aumentan la materia viva y la actividad microbiana del suelo. El cultivo intercalado con las legumbres incrementa la diversidad y crea paisajes variados para animales e insectos, aumentando la resiliencia de los ecosistemas. Con un cultivo intercalado, se obtienen suelos con potencial de absorción de carbono más elevado que los sistemas de monocultivos.

 

Sus cultivos utilizan muy poca agua.

Además de consumir poca, la extraen desde una profundidad más baja, dejando agua en la superficie del suelo para la cosecha del año siguiente. Muchos cultivos de legumbres se adaptan a ambientes de sequías.

Disminuyen las emisiones de metano.

Al destinar sus sobrantes para la alimentación del ganado reducen las emisiones de los rumiantes.

Fuente: FAO

4. Materia prima de numerosos alimentos

Sus aplicaciones son tan variadas que resulta difícil nombrar todas. En general, podemos encontrar en el mercado los siguientes productos a base de legumbres:

¿Cuál es la mejor parte?

 

Tus clientes podrán hacer todos estos productos ¡en casa!
y con las legumbres que te compren a vos, por supuesto.

Pastas secas

 

Hasta 100% de garbanzos, lentejas y alubias blancas.

Sopas

 

Instantáneas, congeladas, mix de legumbres.

Harinas

 

De poroto negro, alubia blanca, garbanzo o lenteja,
(como suplemento de harinas convencionales)

Snacks

 

Legumbres horneadas, tostadas o fritas: chips de lentejas o porotos blancos, garbanzos tostados, etc.

Concentrados protéicos

 

Bebidas y batidos para deportistas

5. Su versatilidad en la cocina

Normalmente asociamos las legumbres con comidas calentitas y temperaturas bajas. Es por eso que, muchas familias cuando llegan los meses calurosos dejan de consumirlas y literalmente estas desaparecen de sus alacenas. Pensar que son solo de invierno, ¡es prehistórico!

 

Hoy en día, contamos con una variedad de recetas con legumbres sea para el desayuno, el almuerzo, la merienda, la cena o como colaciones entre comidas. Con ellas, podemos preparar desde los platos más comunes hasta los más inusuales que te imagines. Conocerlos, hará que cuando se lo cuentes a tus clientes no las dejen de lado y las incorporen a cualquier hora, haga frio o calor.

Platos salados

Locros, guisos, estofados, paellas, ensaladas, hamburguesas, albóndigas, croquetas, empanadillas, hummus, cremas, sopas, buñuelos, lasañas, fideos, tacos, tartas, tortillas, pizzas.

Platos dulces

Helados, mermeladas, tortas, muffins, waffles, pancakes, crêpes brownies, galletas. cremas.

Bebidas

Licuados y leches naturales.

Ahora, que te has quedado con las ganas de saber cómo se hacen, curiosea nuestra sección de recetas.

Si crees que es la única razón para considerarlas versátiles, no te apures, tenemos más:

Son buenas para todos: desde bebés (a partir de 1 año) hasta personas mayores.

 

Celíacos, vegetarianos y veganos pueden incluirlas en sus dietas.

 

Trascienden cualquier religión y pueden consumirse en todo el mundo.

Fuente: Jesús Contreras “Antropología de la alimentación” 1993:38

6. Poderosas para nuestra salud y nutrición

¿Por qué tanta insistencia en este sentido? ¿Es para tanto? Claramente sí.
Espera a que te contemos todos los beneficios que nos regalan y no volverás a dudar. Aquí te van:

Fuente abundante de proteínas.

De 2-3 veces mayor al de los cereales y más que cualquier otro vegetal. Al combinarse con cereales o nueces, mejora la calidad del aporte cumpliendo con la cantidad de aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.
Principal fuente de proteínas en muchos regímenes alimenticios.

Muy bajas en sodio.

En su forma natural, son de los alimentos que menor sal aportan, teniendo en cuenta los requerimientos diarios de este mineral.

Fuente de fibra.

Contribuyen a mantener limpio y sano el intestino. Evitan el estreñimiento, la acumulación de toxinas en el organismo, favorecen el tránsito intestinal y aumentan el volumen de las heces. Reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Bajo contenido en grasas.

Sus cantidades de lípidos son insignificantes y corresponden a ácidos poliinsaturados o “grasa buena”.

Bajas en calorias.

Aportan entre 260-360 kcal/100gramos.

Cero colesterol.

Saludables para el corazón.

Sin gluten.

Una opción apta para celíacos.

Aportan hidratos de carbono complejos.

Demoran más en descomponerse en nuestro cuerpo, en comparación a los carbohidratos simples (azúcar común, por ejemplo). Proporcionan energía durante más tiempo, evitan los picos de glucosa, controlan la ansiedad o sensación de hambre y aumentan la producción de bacterias buenas para un intestino sano.

Contenido de hierro

Buenas para prevenir la anemia. Al combinarse con vitamina C permiten restablecer tus reservas de hierro, fundamental para el transporte de oxígeno a todo el organismo.

Bajo índice glucémico

Aumentan la saciedad, estabilizan los niveles de azúcar en sangre, reducen los triglicéridos y mejoran el colesterol bueno. Protege de desarrollar diabetes.

Contenido de calcio

Contribuyen a mantener la salud de huesos y dientes, prevenir la osteoporosis y caries.

Fuentes de vitamina

Ricas en vitaminas A, C D, E y K. Destacan por su contenido de ácido fólico y antioxidantes que ayudan al organismo en el mantenimiento y creación de todas las células, en el buen funcionamiento de las neuronas y la salud del sistema digestivo.

Ayudan a prevenir enfermedades.

Diversos estudios indican que pueden ayudar a prevenir enfermedades como: el cáncer, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, infecciones, problemas renales y digestivos, ¡Son un verdadero superalimento natural!

7. Participan en las tendencias globales de alimentación

Consumo sostenible

 

Preferencia por alimentos que reducen el uso de recursos naturales, sus emisiones de residuos y contaminantes.

 

Expertos a nivel mundial, recomiendan incorporar más legumbres como parte de la dieta para luchar contra la crisis climática.

 

Las legumbres son un alimento sostenible que protegen el medio ambiente ¿Por qué? Vuelve a la razón n°3.

Más vegetales que nunca

 

Los vegetales continuarán escalando posiciones a nivel mundial. Los jóvenes como los millennials y la generación X, están adoptando una alimentación eminentemente vegetal.

 

Según un estudio realizado en 2019 para conocer qué consumen los argentinos, el 78% señaló a los vegetales como alimento infaltable de cualquier heladera.

 

No podemos olvidar dentro de este grupo a las nutritivas y sabrosas hortalizas conocidas como ¡legumbres!

Prioridad a la salud y el bienestar

 

Los consumidores buscan productos con fines médicos o preventivos, que atiendan las preocupaciones relativas a: salud, bienestar y envejecimiento saludable.

 

Las legumbres aportan numerosos beneficios para nuestra salud y ayudan a prevenir enfermedades. Esta, es la razón n°6 de la lista.

Vegetarianos, veganos y realfooders

 

Existen más de 600 millones de vegetarianos en el mundo (y en aumento). Este año, las búsquedas en Google relacionadas al vegetarianismo han crecido un 90%. El vaginismo también está en auge, este 2019 fue considerado el “año de lo vegano”.

 

Nuevas figuras como los realfooders, abogan por comer alimentos naturales y evitar los ultraprocesados.

 

Las legumbres son la elección favorita de veganos y vegetarianos por su aporte proteico. Por lo natural y nutritivas son elegidas por los realfooders.

Proteina vegetal

 

Los alimentos vegetales ricos en proteínas son cada vez más demandados y tienen un futuro brillante. Las fuentes tradicionales de proteínas animal, crecen en críticas por sus impactos negativos al medio ambiente.

 

Las legumbres son las mayores fuentes de proteína vegetal y brindan un aporte proteico completo al combinase con cereales o semillas.

Alimentos naturales y limpios

 

Comer limpio es ingerir alimentos naturales, sin procesar y libres de conservantes. Si buscas ‘comer limpio’ en Instagram, hay más de 37 millones de resultados. ¡Y no para de crecer!

 

Se ha comenzado a utilizar el etiquetado limpio, en productos con ingredientes simples y procesamiento mínimo.

Aquí, las legumbres juegan un papel muy importante por ser 100% naturales.

EXTRA

Los falsos mitos de las legumbres,
que no puedes seguir creyendo.

La Fundación Española de Nutrición (FEN) se ha encargado de desmentir estos mitos que habrás escuchado más de una vez y te los has creído. Al reverso de cada uno, encontrarás la verdadera historia.

«Las legumbres engordan»


– Falso –

 

En si no son las responsables del alto nivel calórico de los platos. Lo son los acompañamientos de ese plato, como pueden ser el chorizo, la morcilla, la costilla, refritos… además del tamaño de la ración que se consuma.

«Las legumbres no aportan nutrientes importantes»


– Falso –

 

Aportan: proteínas, vitaminas del complejo B y minerales (hierro, magnesio, zinc). Además, poseen alto contenido de fibra alimentaria.

«Las legumbres no las pueden comer los diabéticos»


– Falso –

 

Contienen hidratos de carbono complejos de digestión lenta, por lo que liberan glucosa en sangre paulatinamente. Además, al contener fibra alimentaria, esta se liberará más lentamente. Por tanto, los diabéticos pueden tomarlas sin ningún problema.

«Las alubias rojas son más nutritivas que las blancas»


– Falso –

 

Si comparamos la composición de ambos alimentos, comprobaremos que el valor nutricional es similar.

«Las legumbres aportan mucha grasa»


– Falso –

 

Crudas aportan de media por cada 100 gramos, tan solo 3 gr de grasa y mayoritariamente son ácidos grasos insaturados que aportan beneficios.

«Las legumbres son un plato de invierno»


– Falso –

 

Aunque su consumo se asocia a platos típicos del invierno, también pueden ser consumidas en verano en: ensaladas, acompañadas de hortalizas, verduras, junto a proteína animal (atún, pollo, pavo, etc.), o en forma de cremas.